jueves, 21 de abril de 2011

Arquitectura religiosa

Independientemente de la imagen que tengamos de la iglesia como institución, de si somos creyentes o no, tenemos que reconocer la influencia de la religión en la vida cotidiana, ya no solo en las personas sino también en el arte y la arquitectura.

Desde hace siglos cualquier núcleo urbano que se precie, por pequeño que sea, tiene su propia iglesia. Estos edificios que recortan el "skyline"  se convirtieron en signo de identidad de pueblos y ciudades, llegando a ser la referencia que los distinguía. Muchos de ellos siguen siendo auténticos iconos.







Los edificios religiosos son además, lugares de visita obligada en los itinerarios turísticos, bien por su monumentalidad o por su valor histórico y arquitectónico.  Un ejemplo claro y cercano es la Sagrada Familia de Barcelona, probablemente el edificio más emblemático de la ciudad. Aunque esxisten otros ejemplos como la mezquita de Córdoba, Notre Dame de Paris, San Pedro del Vaticano o Santa Sofía de Estambul.










Durante muchos años los templos se construían para demostrar el poder de la institución eclesiástica y del pueblo o ciudad que los albergaba, incluso podemos encontrar ejemplos de edificios totalmente desproporcionados a la población que los rodeaba.



Poco a poco estos lugares de culto se han ido adaptando a su función y ya no tienen por que ser ostentosos, y desmesurados, estos se han integrado en el espacio urbano asumiendo su papel de edificios públicos y adaptandose a los nuevos tiempos.











En algunas culturas la religión sigue teniendo más peso que en otras, pero todas van aceptando que la adaptación a las nuevas formas de construcción o a los diseños originales no está reñida con la tradición y la fe que se profesa en su interior.